Gestión de tu Tiempo sabiamente

¿Alguna vez has tenido la sensación de que no puedes quedarte atrapado en el trabajo?

Si tu trabajas constantemente, los días son más largos, así como las noches y los fines de semana y aún más?

Si bien en parte esto pueden ser causado por una mayor carga de trabajo, en algunos días también puede ser el resultado de una mala gestión o administración del tiempo.

La clave es reconocer lo fácil que es perder el tiempo en pequeños fragmentos de tu día, a continuación, pónlos a trabajar para ti.

Por ejemplo, digamos pasar dos minutos tomando café, cada mañana mientras hablas con tus compañeros de trabajo acerca de un programa de televisión.

En el transcurso de una semana de trabajo, pasarás 10 minutos haciendo eso. Diez minutos por semana durante 50 semanas es igual a 500 minutos.

Ahora, ten en cuenta que hay 480 minutos en un día de trabajo de ocho horas. En el ejemplo anterior, en el transcurso de un año, que gastas el equivalente de un día charlando sobre el último éxito en la televisión. No es necesario dejar de socializarte. Sólo ser conscientes de lo fácil que es quemar un tiempo valioso.

Otros bloques de tiempo libre surgen durante el día. Estos pueden variar desde cinco a 15 minutos (a veces más), y se producen cuando cambias de horario de repente. Tal vez una reunión concluye antes. Otra no se inicia a tiempo. O terminas un proyecto antes de lo previsto.

¿Haces un buen uso de estos momentos de más, o ves como pasa el tiempo?

Esto es lo que se llama pequeños bloques de tiempo "Tiempo de Oportunidades". Ofrecen una oportunidad de ponerte al día con todas las tareas que has estado posponiendo porque te has convencido de que no tenías tiempo para ellas.

Haz una lista de tareas es ahora. Puedes hacer un escaneo de tu lista en la que se encuentra una serie de cosas que puedes hacer, tales como:

Realizar una llamada telefónica - Responder a un correo electrónico - Archivar documentos - Ensayar una presentación.

Este no es el momento para un trabajo pesado. Mientras que algunas tareas son de una prioridad más baja, todos son deberes. Dedica unos minutos a analizar tu día de trabajo.

¿Experimentas algún Tiempo de Oportunidades?

Haz una nota mental para aprovechar este valioso tiempo la próxima vez que aparezca.

Al igual que un programa de ejercicio, este proceso pronto se convierte en un hábito. Cada vez que un bloque de tiempo se abre, lo vas a usar para desprhttp://www.blogger.com/img/blank.gifenderte de algunas tareas. ¿El resultado? Una vez más eficientes y productivos por día, y más tiempo libre fuera del trabajo.

Cuando trabajas en casa, es igual. Digamos que tienes que aspirar tu alfombra y se esperas que se seque. Tu tienes algunos momentos de tu tiempo de inactividad, asi que ponlas a trabajar. Escribe algunos proyectos pendientes, reorganizar tu escritorio o el garaje, limpia el coche. Estarás tan feliz de que finalmente has derribado algunas de estas tareas que persistentemente has estado posponiendo. Y ahora tienes más tiempo libre en el proceso.

Desarrolla y mantiene una lista de tareas para garantizar un día de trabajo ordenado.

Es fácil pasar por alto u olvidar las tareas que no están escritas. Al igual que los objetivos, las tareas deben ser completadas si tu mantienes una lista de ellas a mano. A menudo son tareas prioritarias. Eso está bien, siempre y cuando no ignores las responsabilidades más bajas en tu lista.

Haz uso de la técnica de la gestión del tiempo mencionada anteriormente.


Un beneficio añadido es la sensación de logro que sientes como tu marcas tus proyectos. Lo que en la mañana parecía una insuperable lista, ahora se reduce a solo un puñado. Ten cuidado de que ninguna de las tareas que tienes asignadas para el día, dejas algunos restos para el día siguiente.

De ser así caerás de nuevo en la postergación y nunca podrás vaciar la lista de tareas. Es mejor ser juicioso y terminarlas el mismo día.